Futuro ¿pensionista?

Evolución de la natalidad en España. Imagen original aquí

Parece muy incierto el futuro que nos espera. Y es que la gran noticia que supuso en su momento el baby boom puede tornarse ahora en todo lo contrario. Todos aquellos bebés que nacieron cumplen ahora los 65 años, y con una población activa muy escasa habrá que pagar sus pensiones...No parece tarea fácil. A esto se une la mejora de las condiciones de vida, la higiene, la sanidad y la medicina, que hacen que la esperanza de vida sea cada vez mayor y que estas pensiones se prolonguen en el tiempo. A medida que esto aumenta, la natalidad se ve completamente reducida, otro hándicap. Pasaremos de una pirámide demográfica regresiva a una estacionaria. De esta manera, habrá un mayor número de pensiones y por lo tanto un mayor gasto, pero habrá un número menor de población activa que contribuya al pago de esas pensiones. Es más, los datos muestran que en 2050 prácticamente la mitad de la población será mayor de 65 años. El problema es grave.

Arriba a la izquierda vemos la pirámide de población de España en 2016 y a la derecha en 2060.

Abajo, a la izquierda vemos el ahorro producido por las reformas y a la derecha la población con más de 67 años.

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Según el director general de Economía y Estadística del Banco de España: "Manteniendo el resto de factores constantes, la evolución demográfica implicaría un aumento del gasto en pensiones de entre 5 y 7,2 puntos del PIB en 2035 y de entre 7,6 y 13,6 puntos del PIB en 2050". Resulta lógico pensar que un aumento de gasto en pensiones supondrá una reducción de gasto en otros aspectos, como puede ser el caso de la Seguridad Social, la educación… O directamente puede afectar a los jubilados, o bien viéndose atrasada la edad para dejar de trabajar, o bien reduciendo la cantidad de dinero que les correspondería en circunstancias normales. La otra alternativa que tampoco parece tener buena acogida es un aumento de los impuestos para los trabajadores.

En resumen, existen tres posibles soluciones que consisten básicamente en ahorro, recortes o impuestos. Evidentemente, ninguna de ellas es perfecta y cada una tiene sus pros y sus contras, es por ello que estamos en este entramado del que no somos capaces de salir, pero no podemos seguir así por mucho tiempo. La situación está empezando a complicarse y por muy tremendista que parezca, los datos demográficos nos hacen pensar que aún queda un largo y difícil recorrido.