Ucrania...una economía complicada

Imagen original aquí

Dentro de los países de Europa del Este (Eslovaquia, Eslovenia, República Checa, Croacia, Polonia y Hungría), resulta especialmente llamativo el caso de Ucrania al no seguir una evolución económica parecida a la de los otros países, que presentan grandes similitudes entre ellos.

A comienzos de la década de los 90, Ucrania era la segunda república con mayor trascendencia económica, después de Rusia. Esto se debía en su mayoría a la importancia que tenía el factor tierra, pues la agricultura se trataba y se trata de las actividades principales del país. Son excelentes productores de maíz, trigo, algodón, patatas, nueces… gracias a las favorables características de su clima y orografía, así como por la posesión de abundantes recursos. No obstante, a pesar de estar dotados de unas condiciones idóneas, no siempre han podido aprovecharlas al máximo. En una ocasión, a finales de los años 90, se pretendió una reforma relacionada con los precios que pretendía a su vez una serie de privatizaciones con las que el gobierno no se mostró muy conforme y que ocasionó una drástica bajada en la producción ucraniana. Asimismo, en los años 2010-2015, Ucrania también ha visto perjudicada su producción debido a una especie de boicot que Rusia pretendió realizar sobre Ucrania al establecer unos controles sobre sus productos para poder así presionar y lograr por su parte un acercamiento mayor a la Unión Aduanera que propone Rusia en vez de a la Unión Europea.

Os preguntaréis por qué aún teniendo una gran producción agrícola, exceptuando los dos casos mencionados anteriormente, la economía ucraniana se trata de una de las peores actualmente en Europa. Pues bien, para gozar de una buena economía no sólo basta con desarrollar al máximo un sólo ámbito, sino que se deben compaginar varios de la manera más eficiente posible, y esto en Ucrania no sucede. Además, se trata de un país con gran dependencia de Rusia, hecho que dificulta también su adhesión a la Unión Europea

Campos en Ucrania. Imagen original aquí

Respecto a la relación Rusia-Ucrania, he de decir que siempre ha sido bastante especial, y esto se confirma con acontecimientos recientes como la crisis de 2014 en Crimea. Esto viene de antes. En 2004 ya se produjo en Ucrania la denominada Revolución Naranja en protesta del fraude electoral que consideraban que se había cometido a la hora de ser elegido presidente Viktor Yanukovich. Esta revolución sirvió para solucionar el problema temporalmente pues, finalmente esto desencadenaría en la firma entre Ucrania y Rusia, acuerdo que permitía a Rusia instalar su flota en el Mar Negro. Como indicamos anteriormente, Ucrania siempre ha sido dependiente de Rusia y, lo que pidió a cambio en este acuerdo consistía en una reducción del precio del gas natural que Rusia le suministraba. Acuerdo que años más tarde (2014), tras las protestas del Euromaidán, supuso la anexión de Crimea y Sebastopol a Ucrania.

Viktor Yanukovich y Putin. Imagen original aquí


A estas protestas del Euromaidán se oponen las protagonizadas por fuerzas del este de Ucrania que apoyan la causa rusa, esto es la Guerra en el Donbáss.

Todo esto implica que la situación ucraniana no mejore ni que exista siquiera una posibilidad de que esto ocurra por el momento. Así podemos observar el desmantelamiento de la economía ucraniana que aunque a día de hoy no se plantee un cambio, debe optar por ello si quiere conseguir una recuperación de su economía.

Comentarios

Entradas populares